Cuando jóvenes...un hijo es nuestro primer gran premio.
Cuando mayores, nuestro segundo gran premio,es un nieto.
Ese manojito de carne y piel,que en llanto anuncia su presencia,y nos llena de algo mágico, increible, pero real...y sensacional.
Un amor fresco...vital..renovador. Nos cubre los espacios,para que nuestros afectos,tengan destino.
No alcanzan los minutos del dia, para babear tanta felicidad, deseos de decirle al mundo..soy abuelo..soy abuelo.
Parece frase repetida,pero nunca es bastante.
Nada puede importarnos más, nada nos ocupa más.
Los minutos que van y vienen,nos fortifican,para correr carreras,jugar mil juegos,y realizar todos los paseos, junto a él.
Es nuestro nuevo rey,y desarmamos todas las barreras, el puede invadir espacios ,romper ataduras,convertirnos en compinches,hacernos volver a ser niños.
Nada vale más que su felicidad.
Mi nieto me volvió contador de cuentos,lector de novelas, y patadura de pelotas perdidas.
Me pone alegre y feliz,cuando ríe, cuando disfruta, me pone triste cuando algo le duele,lo aflije.
Orgullo vivo cuando veo que le gusta lo que me gusta.
Son sus actitudes,un sentir especial.
que niño mas lindo!
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